sábado, 30 de enero de 2010

Peter Pan.

-¡Phill!-gritó Lily Evans, que venía corriendo con dos tostadas de mermelada de frambuesa en la mano-¿Dónde estabas? ¡El desayuno terminó hace media hora!

¡No! Me moría de hambre.

-Te he traído estas tostadas-dijo Lily entregándome mi desayuno.

-¡Eres mi diosa!-le alabe mientras me metía la tostada en la boca.

-Phill...-dijo suavemente una voz detrás de mi; me volví. Sirius me miraba con cara de perrito abandonado-Por favor-murmuró suplicantemente.

Lily nos miraba sin entender, al contrario que yo, que sabia exactamente lo que Sirius quería. Le entregué la tostada entera que tenía en mi mano derecha. Black sonrió, había conseguido su objetivo. Pero es que me era imposible resistirme a esa carita que ponía desde pequeño siempre que quería algo.

-¡Gracias, te debo la vida!-dijo antes de postrarse ante mi como si yo fuese una gran reina, cogerme de la cintura con la mano que tenía libre y darme un beso en la mejilla. Acto seguido se metió sin demora la tostada en la boca. Noté como se encendía mi mejilla, pero, al parecer, Sirius no lo hizo, estaba demasiado ocupado disfrutando bocado a bocado su única pieza de desayuno.

Seguimos andando hasta hacia los jardines, donde estaban los demás. Sirius aún me llevaba de la cintura, pues no había soltado el brazo, y Lily y yo caminábamos cogidas del brazo.

-¿Has hablado con Prongs?-preguntó Black cuando salíamos del castillo.

-Si, está igual de pesado que siempre, pero va madurando...¡cosa que deberías hacer tú!-dijo Lily señalándole con el dedo.

Sirius paró de andar y la miró.

-¡Jamás!

-¡Vamos Sirius, algún día tendrás que hacerlo!-insistió Lily. Black soltó mi cintura; de pronto, la sensación de tranquilidad y seguridad se esfumó rápidamente. Fulminé a Lily con la mirada ¿porque había tenido que empezar aquella estúpida conversación que me había separado de los seguros brazos de Sirius? Pero al parecer ella no se dio cuenta de eso, estaba demasiado ocupada obligando a Sirius Black a madurar.

Sirius sostuvo a Lily por los hombros y dijo con voz pausada y tranquila.

-Maduraré el día en que tu y Prongsie empecéis a salir.

-Mi eterno Peter Pan...-suspiré casi sin darme cuenta.

Lily rió y dijo:

-¡Para tu eterna desgracia!-era un acto infantil que no podía evitar: le saqué la lengua.

-¿Quién es Peter Pan?-inquirió Sirius.

-¡Magos!-suspiramos Lily y yo al unísono.

(********)

Los días pasaban, y las noticias del Profeta eran cada vez más espeluznantes: ataques de mortífagos, hombres-lobo asesinos y el-que-no-debía ser-nombrado en lo más alto del poder.

Y el Profeta de aquella mañana durante el desayuno del 9 de septiembre, por desgracia, no fue una excepción.

"Ayer por la mañana en el número 30 de Gon´ street , Johannes Corial, un mago de lustre linaje, fue encontrado asesinado junto a su esposa Laquima ,y sus tres hijos: Johannes II, Joseph y Cinthia, de siete, cinco y tres años respectivamente. Los cuerpos presentaban cientos de señales de la maldición cruciatus. Los aurores creen que fueron torturados hasta la muerte. El funeral...."

"Se hace saber que unos nuevos seguidores de el Señor Tenebroso, que se hacen llamar mortífagos, se han unido a sus filas. Un testigo los vio salir de la casa de los Corial anoche, entre ellos se reconoció a Bellatrix Black, Rodolphus Lestrange,y Narcissa Malfoy, recién casada del ya mortífago, Lucius Malfoy..."

Miré el plato de cereales que tenía frente a mí. Sentí náuseas.¿Cómo podía ser la gente tan cruel?

Peter me quitó el periódico de las manos al ver mi expresión, leyó rápidamente ambas noticias.

-¡Eh, Padfoot! ¡Aquí hablan de tus primas!-masculló-Por lo visto Narcissa se casó la semana pasada con Lucius Malfoy, y tu prima Bellatrix está comprometida con el viejo Rodolphus..! ¡Yo creía que estaba saliendo con McNair!

Sirius bufó, no le enorgullecía nada su apellido, le tenía un odio inmenso y lo detestaba.

-Pareces mi hermana Petunia y sus estúpidas amigas, está obsesionada con todo lo referente a la vida de aquellas personas que aparecen en las revistas-comentó Lily aburrida.

-¡Nick!-gritó Natalia levantándose rápidamente para saludar a su novio, un apuesto ravenclaw de cabellos rizados. El la cogió de la cintura y la besó con pasión.

-¿Que tal Nat?-preguntó, Natalia asintió como una tonta mientras se abrazaba a él fuertemente-¿Chicos?

-Bien-respondió Remus.

-¿Qué os toca ahora?-inquirió- Yo tengo Transformaciones con McGonagall.

-Voy contigo-susurró tiernamente su novia.

-Voy con vosotros- suspiró Lily, puesto que sabia que la clase iba a ser más aburrida sin Natalia, puesto que se sentaría con Nicholas.

Los tres se levantaron y se dirigieron a las puertas.

Fijé mi mirada en James, que miraba su horario con una peculiar y pícara sonrisa.

-¡Chicos!¡Esperadme!-exclamó, y como alma que se lleva el diablo, salió corriendo detrás de ellos.

Cuando desparecieron tras la puerta del Gran Comedor, saqué los horarios de mi mochila y los ojeé. Tenía Encantamientos con Flitwick y con los de Slytherin; durante las siguientes 2 horas teníamos Pociones con Slughorn ¡el y su estúpido Club de las Eminencias!, entonces me dí cuenta de algo.

-¡No me lo puedo creer!-exclamé-¡Todos los lunes tenemos tres horripilantes horas seguidas con los bobos de Slyhterin! ¡Encantamientos y dos horas de Pociones!

Peter me miró con expresión de horror, no le caían nada bien los Slytherin. En cambio Sirius sonrió y se le ilumino la mirada.

-¡Tres horas con el llorica de Snivellus!-murmuró encantado.

Le miré confundida y enfadada.

-Creía que ya no le embrujabais ni os burlabais de él.

-Creías-me aclaró Remus, que había asomado la cabeza por encima de su gordo ejemplar de Pociones de último curso.

-Pero si no os he visto embrujarlo, "El Gran Show de Como Fastidiar a el Idiota de Snivellus" no ha actuado desde el curso pasado-insistí-Además ¿no se supone que habías madurado de una buena vez?

-Exacto: se supone-explicó Black-¿¡Es que hay que explicártelo todo!? ¡Parece que no conozcas a los Merodeadores!

Bufé.

-Vámonos, ¡o llegaremos tarde a clase!

-Por favor Wormtail ¡todavía es pronto!

Llegamos tarde a clase de Encantamientos.

-Llegan con retraso señores.

-Lo sentimos profesor Flitwick- me excusé mientras maldecía mil y un veces a Sirius Black por hacerme llegar tarde a la primera clase de la semana.

Rápidamente cogí a Remus del brazo y lo llevé conmigo a un pupitre de la tercera fila.

Sirius se dirigió a su asiento con tranquilidad, seguido de Peter, que lo miraba con admiración. Se colocó para su felicidad, detrás de Snape, que se sentaba con su amigo, el idiota de Nott.

-Buenos días-saludó ,pícaro, Peter. Snape sólo bufó. Fue entonces cuando, Sirius continuó la jugarreta y le dio una cachetada.

-Es de mala educación no responder a un saludo Snivellus-aquella era ,sin duda, una de las clases favoritas de Sirius, porque Flitwick no se daba cuenta de lo que pasaba a su alrededor, ya que, estaba tan ocupado reparando los destrozos que causaban los alumnos al pronunciar o ejercer mal los hechizos, que era absolutamente inmune a cuchicheos entre el alumnado.-¿Me has escuchado Snivellus? O tienes tal cantidad de grasa en el pelo que te sirve para hacerte tapones para los oídos-insistió al ver que este no le hacía caso-Mmm...parece que a la serpiente se le ha comido la lengua el gato...

Las babosas risotadas de Peter fueron continuadas de un destello de luz, que dio cómo resultado una imagen de Snape colgando de un sólo tobillo boca abajo; que segundos después fue liberado con un -¡¡Liberacorpus!!-.

Snape cayó de cabeza encima de el pupitre. La mayoría de la clase estalló en carcajadas.

-¿Te encanta ese hechizo ,verdad? La última vez acabaste sin calzoncillos e insultando a la única persona con sentido común de Hogwarts que te dirigía la palabra...-murmuró algo que no llegué a escuchar.

-¡Ya están otra vez!-musitó Remus aburrido, a mi vera.

-¿Qué es este escándalo?-chilló Flitwick girándose-Señor Snape, ¿qué hace en el suelo tirado?¡Haga el favor de levantarse!

El maestro más bajito de todo Hogwarts no volvió a su explicación hasta que, varios minutos más tarde, Snivellus consiguió ponerse de pié y sentarse correctamente en su pupitre. Justo cuando esto paso, Snape aprovechó para hechizar a Sirius.

-¡¡Expelliarmus!!-Sirius saltó por los aires junto a su varita, chocó contra la pared con un fuerte golpe, y se escurrió hasta el suelo con una fea mancha de sangre en la cabeza.

Algunas chicas Ravenclaw del final, encantadas, se acercaron a ayudarle.

-¡¡Accio varita!!

La varita de Snape fue cogida al vuelo por el profesor Flitwick, que parecía realmente enfadado. Me levanté y asustada me acerqué a Sirius. Estaba semi-incosciénte y murmura palabras incoherentes. Tape la herida sangrante de la parte posterior de su cabeza con un pañuelo.

-¡¡Señor Snape!! ¡No me esperaba semejante acto de usted! ¡Acompáñeme a el despacho del director! ¡Y por cierto! ¡150 puntos menos para su casa!-en mitad de tal regañina, me pareció escuchar un leve risita proveniente de Sirius- He de ir con el señor Snape a el despacho del profesor Dumbledore, señor Lupin, quédese al mando de la clase,ahora necesito a alguien que acompañe a el señor Black a la enfermería...-no hubo terminado aquella frase cuando todas las manos femeninas de la sala fueron levantadas, todas menos la mía, que aún seguía presionando con suavidad la sangrante herida de Sirius.

El profesor Flitwick observó la clase algo escéptico, luego me miró fijamente.

-¿Señorita Michiggan?-me preguntó-¿Le importaría acompañar a su amigo a la enfermería?

Observé la clase con atención, todas las chicas de la clase me miraban ansiosas ,puesto que pensaban que rechazaría, ya que mis múltiples peleas con Black eran famosas en todo Hogwarts. Y al pensar que alguna de ellas podría aprovecharse de él (o al contrario),algo se revolvió en mi interior. No, aquello no iba a pasar.

Con un movimiento de cabeza le indiqué a Flitwick que yo lo acompañaría. Ayudé a Black a levantarse y ha apoyarse en mi hombro; he ignorando las miradas asesinas de aquel aula, salí de allí.

Cuando la puerta se cerró, ya más consciente, me miró unos segundos y dijo:

-Fue divertido.

Le devolví la mirada extrañada.

-¿¡Tu estas loco o qué!? ¡Snape te podía haber hechizado con algo mucho peor, ya sabes como es la gente con la que se junta! ¡Y ahora te tendrá más manía todavía! (Lo cuál es casi imposible)¡Y has salido herido! ¡Es que no tienes sentido común Black! ¡O te lo abdujeron los extraterrestres junto al poco cerebro que tenías!...

-¿Qué son los extraterrestres?

Ignoré su pregunta y continué:

-¡La verdad es que dudo que hayas utilizado alguna vez ese poco cerebro que tenías! ¡Eres un insensato, un vago, un.....!

-¿Sabes que estas preciosa cuando alzas la ceja?-me interrumpió. Me quedé callada, meditando durante unos segundos lo que acababa de pasar y cuál había sido mi reacción, es decir quedarme algo atontada. El sonrió.

-¿Sabes que pareces el cerebro de un asqueroso moco de troll cuando intentas convencerme como si fuera una chica cualquiera?-aquello le borró la sonrisa de los labios, pero luego sus labios volvieron a estirarse y con voz ronca me dijo:

-¿¡Quién demonios ha dicho que seas una chica cualquiera!? ¡Jamás diría eso! ¡Tu eres de todo menos normal!-con esa última frase consiguió una buena cachetada.

-¡Vete a la mierda Black!-grazné y me fui echando humo por las orejas dejando a aquel estúpido en la puerta de la enfermería.

(***)

-¡Es un autentico desagradecido! ¡Encima que lo acompaño a la dichosa enfermería!-le explicaba a Lily durante la clase de Slughorn cuando fuimos a coger la piel de cobra egipcia y los ojos de hurón azul al armario-¡No lo soporto!

Ella me miró escéptica.

-¡Oh!-aplastándome la mano contra la frente-Lo siento, se me había olvidado ¿qué tal con James?

-La verdad es que bastante bien, por lo visto ya no embruja a Sev...,digo a Snape; aunque por lo visto Sirius sigue en las mismas; se porta conmigo muy bien...

-Creo que deberías confesarle quien es X , el pobre lo está pasando mal-le dije.

-¡De eso ni hablar! Todavía no estoy preparada..y tampoco creo que él lo esté...

-¡Lily, por Merlín! Lleva años enamorado de ti..

-No se... Lo haré cuando esté lista-suspiré, pero asentí conforme a su decisión.

-Señoritas, por favor ,vuelvan a sus asientos, tengo que empezar la clase-nos pidió Slughorn.

Lily se sentó junto a James y Mery rápidamente, al igual que yo lo hice junto a Natalia y Peter.

-Bueno-empezó Slughorn-Hoy empezaremos con las pociones del nivel 12...

Tres golpes rítmicos en la puerta seguidos de un -¿Se puede?-de Sirius interrumpieron al rechoncho profesor.

-S, si claro, por supuesto que sí señor Black; creo que sus compañeros-dijo Slughorn haciendo un leve movimiento con la mano ,señalando a Remus y a Sebasthian-La señorita McGonagall me ha explicado lo que pasaba ¿estás bien?-Black asintió levemente mientras se sentaba-Bueno, como iba diciendo: Hoy empezaremos las pociones del nivel 12, ¿alguien sabe lo que significa eso?

Fueron varios las manos levantadas.

-¿Si, señorita Prewett?

Mery no llegó a decir nada, pues otros tres golpes secos y nada rítmicos comparados con los de Sirius, resonaron a otro lado de la puerta.

-Adelante-masculló Slughorn algo molesto con tanta interrupción.

Por la puerta apareció un cabizbajo Snape, aunque tenía tal odio en la mirada que daba verdadero miedo.

-Severus-dijo el profesor-como tu profesor y jefe de la casa Slytherin estoy muy avergonzado contigo. Lo que has echo se merece un buen castigo, aunque de eso ya hablaremos más tarde, de momento quedas expulsado...-algunos contuvieron el aliento, pero nadie, ni siquiera Lily o alguno de sus amigotes de Slytherin movió un misero dedo por él. No se lo merecía-...del Club de las Eminencias y sus respectivas reuniones-Snape se mantuvo en su sitio, parecía que de un momento a otro iba a apartar aquella horrible melena grasienta y echar fuego por la boca todos los presentes-Y ahora haz el favor de sentarte.

Snivellus se sentó en la otra punta de la clase a nosotros ,y como de costumbre en aquella clase desde hacía dos años, o mejor dicho desde su discusión con Lily, se sentó solo.

-Continuemos-dijo el jefe de a casa de las serpientes-¿Señorita Prewett?

-El que empecemos el nivel 12 de pociones significa que a partir de ahora elaboraremos pociones de nivel excesivamente avanzado para nuestra edad, ya que algunas son mortales sólo con olerlas-cogió aire-todas las pociones están reguladas por el Departamento de Pociones y Hechizos Avanzados del Ministerio de Magia.

-¡Excelente!¡10 puntos a Gryffindor por parte de la señorita Prewett!


Miau.



A Remus se le cayó el libro que estaba hojeando, Natalia abrió los ojos y la boca como platos, y Peter, bueno, Peter roncaba felizmente en una butaca junto a la ventana, ignorando lo que acababa de ocurrir.

Y me dejé caer en el sofá que tenía detrás, y no presté atención a que tenía detrás a Black, y caí encima suya, él me miró y me sonrió muy seductoramente. Durante unos segundos, me quedé sumida en su sonrisa, sonrojada. Él me miró a los ojos. Nos quedamos así unos segundos, buceando cada uno en la mirada del otro, buscando un tesoro perdido en el fondo de nuestros ojos.

Pero de pronto recordé quién era yo y quién era él. Corsarios contra piratas. Phill contra Black.

Me levanté rápidamente de sus cómodas rodillas y dirijí mi mirada a James. Mi mejor amigo estaba colapsado, un torrente de emociones de reflejaban por su rostro: sorpresa, asombro, confusión, me para mi dilema, ni un solo abismo de felicidad. Supongo que estaría en estado de shock, después de años de declararle su amor por ella y pedirle salir una y otra vez, en un mismo día, le había confesado que estaba enamorada de otro y que acepta salir con él con tal de no decirle el nombre de otro chico. Y todo eso el primer día de curso.

-Bueno...creo que subiré a dormir- dijo Lily lentamente. Pero cuando empezó a subir la escalera hacia nuestro dormitorio, James la llamó:

-Lily-susurró James con voz seria, pero calmada.

Ella se dio la vuelta y lo miró.

-Lily, no quiero que salgas conmigo si no sientes lo mismo que yo- cogió aire y siguió- así que rechazo tu aceptación, y te pido que me dejes conquistarte...-y luego añadió con una traviesa sonrisa-¡Y no dudes que lo haré!

Lily, al principio, durante una milésima de segundo, pareció decepcionada pero orgullosa. Después, sonrió.

-Acepto tu oferta-dijo-Buenas noches James.

-Buenas noches Lily-se despidió él.

Cuando Lily desapareció por la escalera de caracol, Black y yo volvimos a mirar a James.

-Os juro que este año lo conseguiré chicos-dijo-Este año, Lily Evans será mía.

Pasaron 5 largos minutos silenciosos hasta que conseguimos recuperarnos del estado de shock que nos había producido la reciente locura. Cuando lo hicimos, Natalia y yo nos miramos y asentimos. Nos despedimos de los chicos con un corto -"Buenas noches"-y subimos como balas a nuestra habitación.

Allí estaba Lily, tumbada en su cama mirando al techo. Parecía ¿feliz?.La verdad es que no podía comprender la expresión de su cara.

Mery dormía.

-Lily Evans- susurró Natalia-espero que la noche sea lo suficientemente larga para contarnos TODO lo que nos tienes que contar.

Lily nos miro con ojos suplicantes. Pero luego cogió una almohada y se tapó la cara con ella. Lily nos conocía demasiado bien, sabía que no descansaríamos ni le dejaríamos hacerlo hasta que nos lo contase todo.

-Esta bien- sonó su voz a través de la mullida almohada-pero prometedme que no se lo contareis a nadie....

************

Hacía ya rato que Lily había terminado de hablar.

Yo yacía en mi cama, abrazando a un peluche de perro que me había regalado Black por navidad en primer año, cuando todavía éramos amigos.

Por muy mal que me cayese Black, tenía que admitir que tenía buen gusto para los regalos. Ese peluche era tan....¡adorable!

Cogí el peluche y lo puse frente a mi rostro, vi sus ojos y lo apreté fuertemente contra mi pecho. Sin duda alguna no había olvidado el encuentro visual con Black hacía unas cuantas horas. Algo revoloteó en mi estómago al recordarlo, y pude notar como mis mofletes se teñían de rojo y mi sonrisa flajeaba. Mi pecho empezó a palpitar fuertemente. Serán nauseas...., no pude ser otra cosa, pensé..Rápidamente deseché esa idea de mi mente.

Sin duda alguna eran nauseas.

Decididamente las practicas de buceo eran malas para el corazón...lo confundían, me avisé a mi misma volviendo a recordar el mar cristalino de aquellos ojos grises.

**************

A la mañana siguiente me desperté bastante cansada, y agradecí al cielo que fuese domingo.

Me levante lentamente de mi cama, y al darme la vuelta, descubrí que mis amigas no estaban allí. Instintivamente, observé el reloj de pared. Eran las diez y cuarto. Debían haber bajado a desayunar.

Me pegué una calentita ducha, y luego, sin quitarme el albornoz, salí del baño y abrí el baúl encima de mi cama. Estuve una media hora sacando los uniformes y la ropa de entretiempo y ordenándola en el armario. Luego saqué mi maxi-neceser, y lo dejé en el baño. Eché un rápido vistazo al reloj. Eran las once y cinco. Mi barriga rugió. Tenía un hambre boraz. Metí la mano en el armario, y rápidamente me decidí por una camiseta ancha de manga larga color caqui y unos vaqueros. Como un rayo, entré en el baño, me cepillé el pelo, y salí de allí dando tumbos.

Al bajar a la sala común, alguien choco conmigo.

-¡Lo siento!- se disculpo Sirius Black.

-No pasa nada-contesté.

-¡Ah ,no!La verdad es que no lo siento- se burló al darse cuenta de quién era.

-¡Sirius!-protesté. No se si fue el hecho de que lo llamase por su nombre debido a la felicidad que tenía en esos instantes por haber vuelto a Hogwarts, o el cruzé de miradas del día anterior, pero el caso es que sonrió y se corrigió.

-¡Vale, vale!Lo siento Phill.

Me fijé en su atuendo, llevaba una camisa de manga corta, bajo un jersey fino de lana, también llevaba unos vaqueros desgastados y unas zapatillas de deporte verdes. De repente, me eché a reír a carcajadas, él me miro extrañado, pero sin dejar de sonreír.

-¿Qué?

-Tus calcetines-conseguí decir entre risas.

ÉL se miró los pies. Llevaba un calcetín rosa chicle con llamativos corazones dibujados, y otro negro carbón con amarillentos quesos estampados.

-Prongs- murmuró al más puro estilo vendetta italiana.

Y con un golpe de varita, los "originales" calcetines se vieron sustituidos por unos negros muy sencillos. La verdad es que aunque me costara aceptarlo, Sirius Black estaba irresistible con cualquier cosa, incluso con aquellos calcetines.

-¿Vas a desayunar?- inquirió él.

-Sí...¿cómo lo sabes?

-Elemental, querido Watson- dijo tocando levemente mi nariz con un dedo, y añadió-No hace falta ser Sherlock Holmes para saber que eso no son zapatillas de deporte, y que te acabas de levantar.

Miré a mis pies, extrañada. Horror. Llevaba puestas unas grandes, peludas, y rosas zapatillas en forma de conejito. Me eché a reír. ¿Cómo podía ser tan ridículamente olvidadiza?

-Venga, sube a calzarte como Merlín manda, yo te espero aquí abajo, ¡no eres la única dormilona con derecho a desayuno!

Sin dejar de reír, subí al dormitorio, me quité mis adoradas zapatillas, y me decidí por unas converse all star marrones. Mientras me ataba los cordones, escuché un gruñido detrás mía. Me dí la vuelta, y vi a Black tapándose la cara con el peluche que me había regalado años atrás.

-¿Cómo demonios has subido?- pregunté, por regla general, cada vez que un chico intentaba subir a nuestro dormitorio ,las escaleras pasaban a ser una deslizante rampa, y más de uno había acabado con un buen chichón.

-¡Secreto de merodeador!- y dicho eso, volvió a "esconderse" tras mi peluche y gruño. Decidí seguirle el juego.

-¿Por qué riñes perrito bonito?-a lo que él contestó.

-¿Por qué me guardas?

-¿Por qué riñes perrito bonito?-insistí.

-No soy yo - contestó el peluche-¡ son mis tripas hambrientas las que lo hacen!

-¡¿Y a qué esperamos entonces?!- inquirí.

-¡Ni yo lo sé!- bufó Sirius tirando el peluche a la cama y llevándome a la sala común tirándome del brazo.

Cuando salimos por el retrato, pusimos rumbo al Gran Comedor.

-Ahora en serio Phill-insistió al doblar una esquina- ¿Por qué guardas a Miau?

Se refería, de nuevo, al peluche de perro, seguro que os causará mucha gracia el hecho de que un "perro" se llame Miau. Todavía me acuerdo de lo que montó Sirius cuando se lo conté....

-Flashback-

Estábamos a 25 de diciembre. ¡Navidad!. Aquella noche no dormí nada, era mi primera Navidad fuera de casa; y no sabía si los regalos que les había comprado a mis amigos les gustarían. Al despertarme, no tardé mucho en despertar a Lily para comenzar a abrir los regalos lo más pronto posible.

-Lily ,Lily ¡despierta!- grité mientras la zarandeaba, se despertó casi al instante, parecía que quería asesinarme, pero ,instintivamente ,la abracé y volví.

-¡Feliz Navidad!- ella me devolvió el abrazo, al parecer esa si era una buena excusa para despertarla.

Luego, las dos nos tiramos a la cama de Natalia, esta se despertó gritando por el susto. Pero en 2 segundos, meditó la situación y lo celebró con nosotras.

-¡Feliz Navidad chicas!

Y como habíamos quedado la noche anterior, abrimos juntas los regalos.

*********

De momento, llevaba, una bufanda echa a mano por mi abuela, una colección de aventuras de Los Cinco y Sherlock Holmes, de parte de mis padres, 100 libras esterlinas de mi abuelo; Nat y Lily me habían regalado dos discos de mis amados Beatles, un bonito bolso de parte de James y una caja de cuidados especializados para varita de Peter. Solo me quedaban dos paquetes, uno amarillo con un lazo verde manzana, y otro verde botella con un gran lazo rosa en el centro.

Cogí el primero, tenía una pequeña tarjeta que citaba "Para Phill ¡Espero que lo disfrutes! Atten. Remus" Rasgué el papel, y me encontré con la portada de un gran libro"El diccionario del mago: ¡hechizos hasta en la sopa! Todo tipo de hechizos y cómo, dónde, cuándo y para qué usarlos. Mortentia Salem"

Contenta a rabiar, abrí el segundo regalo. "¡Feliz Navidad! Sirius" decía la tarjeta. Era el peluche más adorable que había visto. Un perro grande ,gris y peludo de peluche. Lo abracé fuertemente, era tan blandito.

-¡Gracias Phill!- dijo Nat ,sacándome de mis pensamientos, ya que al parecer, el último regalo que había abierto, era el mío. Un hermoso guardapelo ovalado de plata, que tenía una foto de nosotras tres juntas abrazadas, riendo.

A Lily, en cambio, le había comprado, una pulsera dorada con abalorios verdes, la cuál, desde el primer momento, se la había colocado en la mano.

-¡Oye, vamos a ver que les han regalado a los chicos!-aventuró Mery Prewett, nuestra compañera de cuarto.

-Gracias por los regalos chicos- les dije cuando ya estuvimos en su habitación. Lo tenían todo patas arriba, papeles de regalo por aquí, pergaminos por allá, ropa tirada por los suelos....

-Oye, podríais ordenar un poco esto- sugirió Mary.

-Exacto- le contestó Sirius-podríamos hacerlo....

-....o podríamos dejarlo todo tal y como esta-termino James.

En la cama del mismo, había una caja de bombones de de naranja abierta, casi vacía.

-Veo que te ha gustado mi regalo mi regalo James- le dije.

-Me ha encantado Phill ¿cómo has sabido que eran mis favoritos?

-Se lo pregunté a un pajarito-respondí.

-¿Cómo cantaba el pajarito?-inquirió.

-¡Fatal!-le contesté.

-Entonces fue Peter-todos reímos ante el comentario de James.

-Oye, Remus,¿te han gustado las plumas?- preguntó Nat refiriéndose al "Lote de plumas para escritura especializada del señor Kronzek" tan cara que le habíamos comprado entre las tres.

-¡Me ha encantado! Pero no hacía falta....

-¡Como digas algo más te juro que te convierto en sapo!- lo amenazó Lily.

Peter jugaba a Gobstones Warrior, la nueva versión del popular juego mágico, que le había regalado James.

-¿Te ha gustado mi regalo?-le susurré a Sirius sentándome en su cama.

-¿Contesta eso a su pregunta?-dijo señalando una gran cabeza de león que había sobre su cama. Estaba encantada para que rugiera cada vez que alguien gritase "¡Gryffindor!"

-¿Te ha gustado el peluche Phill?-me preguntó él, curioso.

-¿Te refieres a Miau? Me ha encantado ¡es adorable!- le agradecí mientras recordaba lo cruel que yo era por dejar semejante ricura de peluche en mi habitación.

-¿Miau?-preguntó Sirius con cara de "Phill-está-loca-¡socorro!"

-Sí, Miau, ese perrito tan adorable-insistí.

-¿Le has llamado Miau a un perro?-asentí-¡Eso es un delito contra la humanidad!

-Fin Flashback-

Reí al recordarlo.

-Lo guardo por que es increíblemente adorable-y añadí-y por que me trae buenos recuerdos.

-Si, aquellos si eran buenos tiempos....-murmuró-éramos tan.....

-¿Amigos?-inquirí con una triste sonrisa, pero al intentar aparentarla, me salió una extraña mueca. Intentaba no emocionarme al recordar nuestra infantil amistad, el travieso niño Sirius Black había sido mi mejor amigo, habíamos pasado tan buenos momentos....

Suspiré.

Miré a Sirius, él también parecía sumido en sus recuerdos.

De repente, se le dibujo una radiante sonrisa en la cara.

-¿Te a acuerdas cuando en primero hicimos que Snivellus se metiese el dedo en la nariz doscientas diez veces seguidas?-preguntó-¡Se quedó una semana con la nariz roja y el dedo verde!

De nuevo, reí. ¿Cómo olvidarlo?

Para mi eterna sorpresa.



Natalia, Lily y yo empezábamos a comer, ya se había celebrado la Ceremonia de Selección, comíamos extrañadas ,ya que James y Sirius no estaban frente a nosotras. Esa era otra costumbre: los merodeadores siempre se sentaban frente a nosotras en las comidas....

Cuando iba a sumergirme más en mis pensamientos, Natalia me pego un codazo en las costillas.

-¡Auch!-proteste mientras me abrazaba a mi misma por el dolor.

-Mira..-señaló a Juliet Truscot , una alumna de Hufflepuf conocida por su ciento veinte de pecho y su menos ciento veinte de cociente intelectual. Llevaba la camisa abrochada solo por 2 botones, la falda del uniforme corta como un cinturón, y la corbata como corsé para marcar más pecho. Sus ojos de gata recorrían las mesas buscando un nuevo ligue; algunos chicos la saludaban, otros le silbaban y los más atrevidos le mandaban seductores besos. Ella solo ponía una estúpida sonrisa.

Segundos después, antes de intentar sumergirme en mis pensamientos de nuevo, James y Black se sentaron en la mesa.

-¿Qué tal chicos? ¿Dónde estabais?

-Por ahí...nosotros estamos muy bien.

-Requetebién-murmuró Sirius para si saludando a Truscot con una pícara sonrisa.

Ella, encantada de que el gran Sirius Black le saludase, le mando un beso. Lo malo, para ella, es que McGonagall, que volvía de guardar el Sombrero Seleccionador, al verla, se escandalizó, y con un golpe de varita, le coloco bien el uniforme y le dijo -"Una vestimenta impresentable, señorita Truscot,..."

-¿Y tu que tal Natalia?-preguntó Remus, cambiando de tema.

-Bien, he pasado el verano de viaje por Europa con mis hermanos.-contestó contenta.

-¿Y tu qué tal Evans? ¿Pensando en mi?-preguntó James poniendo su característica traviesa sonrisa.

-Más quisieras Potter-contestó Lily, que para sorpresa de todos sonreía.-Me he... enamorado.

-¿¡De quién!?-preguntó James sorprendido.

-De un chico.....-Lily se sonrojó-... que conozco desde hace varios años.

-¿Y estáis saliendo?

-No...-la cara de James se iluminó levemente, para luego volverse a apagar con un-... de momento, aún que me gustaría que así fuera.-de una Lily más roja que su propio pelo.

-¿Lo conocemos?-preguntó Remus.

-Demasiado bien.

-¿¡No será Snivellus!?-rugió Black.

-¡No! Él es solo un amigo....o lo era.-contestó Lily con voz algo triste.

-"Menos mal"- me dije para mi en voz baja-"Cualquier cosa menos Snape".

Natalia me miro con ojos chispeantes. Estaba claro. Esa misma noche obligaríamos a Lily a contárnoslo todo.

-¿Y que tiene ese chico que no tenga yo?-preguntó James sin perder la sonrisa.

-¿De verdad quieres que te conteste a eso?- contestó Lily con cara de " si te lo digo, caerás muerto de la impresión".

-Descríbelo físicamente-ordenó el señor Insoportable.

Pero esta vez salté yo, ya que sabía la respuesta de mi amiga.

-¿Por que tendría que hacerlo Black?

-No te metas Phillis-espetó con su pícara sonrisa-esto es un asunto de Prongs y Evans.

-¡Haberlo pensado antes de abrir tu bocaza Black!-dijo Natalia, haciéndole tragar sus palabras.

Aquello ya no era un "James /talking/Lily", eso era un "Nat and Phill /versus/Soy-el-ombligo-del-mundo-Black".

-Así que Black-dije con voz calmada-si no quieres tragarte tus palabras hasta vomitarlas, aparta tu hocico perruno de asuntos ajenos.

Black dejó de sonreír, se quedó blanco, al igual que el resto de los merodeadores. Se miraron entre ellos nerviosos.¡Guau! Eso si que era una victoria aplastante, aunque la verdad es que no sabía lo que había pasado realmente, pero Black había perdido y eso era lo importante.

Nat y yo chocamos en alto nuestras manos, en señal de victoria.

"Nat and Phill"1/"Black"0

-Chicas-empezó Lily-no me importa decirselo.

Natalia y yo nos quedamos de piedra.Y Black, ante esto, sonrió burlonamente.

"Nat and Phill"1/"Black"10

-Sirius-siguió Lily con voz inocente- es todo lo contrario a ti.

La sonrisa de Black desapareció al instante, en cambio nosotras, hicimos todo lo contrario.

"Nat and Phill"1000/"Black"10

El resto de la cena fue bastante tranquila, a excepción de algún "Sal conmigo Evans", o unos "¿En que casa esta?" "¿Es más guapo que yo?" de James.

*******************

Ya en la sala común, antes de subir "¡Por fin!" a los dormitorios, estábamos todos, y cuando digo todos es TODOS (incluido Mister-Insoportable)hasta donde yo me sabía de James Potter.

-¡Para ya, por favor!- saltó Lily a la pregunta número 100000, eso es lo que me parecía a mi. Eran las doce de la noche, y había perdido la cuenta sobre las diez y media.

-Pararé cuando: 1,salgas conmigo, o 2,me digas el nombre de ese.... chico.

-Aceptó-contestó Lily, para sorpresa de todos; Evans, Lily Evans ¿aceptado contestar una pregunta de James Potter a si por que si?

-Esta bien- dijo James contento-dime el nombre. . .

-No,no-le interrumpió Lily- acepto, no me puedo creer que valla decir esto...- dijo para si, muy colorada.-Acepto,....James Potter, acepto salir contigo.


Prefacio.

-Flashback-

Buscaba un compartimento libre en el Expreso Hogwarts, era mi primer año y mis nervios subían por momentos.Abrí con miedo una puerta y escuche como se reían unas voces.

-¿Se puede?-pregunté tímidamente. Cuatro pares de ojos me miraban con curiosidad.

-Por supuesto-dijo un chico menudo de pelo negro demasiado alborotado para mi gusto.-Me llamo James Potter y por lo que parece voy a cursar mi primer año contigo.

-Encantada-le respondí dirijiendole una tímida sonrisa.Eso estaba bien asi por lo menos conocería a alguien y no sería la rara de la clase.

-Yo soy Sirius Black y el es Remus Lupin-saltó un chico alto-en cuánto a él-dijo señalando a un chico bajito y gordo-...la verdad es que no se su nombre.

-Me llamo Peter-respondió él-¿y tú eres?

-Me llamo Phillipa Michiggan.

-¿Te importa que te llamemos Phill?-pregunto Sirius de sopetón.

Sonreí-No,me gusta que me llamen Phill.-Ante esto él sonrio.

-¿De que casa te interesa ser?-preguntó Remus,que no había dicho palabra hasta ahora.

-No te entiendo-dije confusa¿de qué demonios me estaba hablando?

-Hija de muggles-contempló Peter.

-¿Qué demonios me has llamado?

-Tranquila-dijo James sujetándome el brazo que iba a levantar para pegarle.-Te ha dicho que tus padres son no-magos.

-Aaaahhh -eso lo aclaraba todo-¿entonces muggles significa que no son mágicos?.-Cuatro cabezas se movieron de arriba abajo confirmando mi pregunta.

-Siéntate y te lo explicaremos-dijo Remus.Me senté con mucho gusto.

Al cabo de las horas ya quedaban pocas historias de Hogwarts que yo no conociése. Esos chicos conocían miles de leyendas de un lugar que todavía no habían pisado.Iban a contarme otra alucinante historia cuando una pelirroja apareció en el umbral de la puerta.

-Perdón por interrumpir, pero los perfectos dicen que nos pongamos ya las túnicas escolares.

-¡Entonces por fin estamos llegando!-suspire aliviada de poder estirar las piernas y ver mi nuevo hogar.

-Por cierto,-dijo la pelirroja-me llamo Lily Evans.

-Encantada-le respondí-yo soy Phillipa Michiggan, el es Remus,el Peter ,el Sirius y el es James.

(*******)

Los chicos y yo esperábamos nerviosos que nos llamasen para ser seleccionados en una casa.Peter estaba más que nervioso,Remus miraba al suelo de vez en cuando,Sirius no paraba de murmurar-Todo menos Slytherin,por favor-, en cambio James estaba muy tranquilo, ya que,según nos había explicado en el tren, toda su familia menos su abuela ,que fue una ravenclaw, fueron valientes griffindor´s.

- Snape, Severus-un chico de pelo grasiento que estaba junto a Lily se sentó en el taburete y la profesora McGonagall le puso el sombrero en la cabeza. Solo medio instante después el sombrero gritó:-¡¡Slytherin!!-Una gran mesa porrumpió en aplausos.

-Michiggan, Phillipa-asustada, me senté en el taburete y la profesora me puso el sombrero Seleccionador en la cabeza.-¡¡Gryffindor!!- mi nueva casa estalló en aplausos.Me senté en una esquina, esperando que mis nuevos amigos cayesen conmigo.Después de varias personas, solo quedaban mis amigos y Lily.

-Black,Sirius-nada más ponerse el sombrero en la cabeza, Sirius puso una cara de agobio, que se le esfumo cuando el sombrero gritó-¡¡Gryfindor!!.

Sirius,más contento que unas castañuelas se sentó a mi lado y me sonrió.

-Evans, Lily-a los pocos segundos el sombrero gritó de nuevo-¡¡Gryfindor!!.Lily, contenta también se sentó a mi lado.

Encuanto a Remus,Peter y James, el sombrero no tardo mucho en repetir 3 veces más el nombre de mi casa.

Era feliz, ya que mis amigos habían caído conmigo,y entonces si que nada podía asustarme en el aquel nuevo,fascinante y mágico lugar.

-Fin FlashBack-

Era el primer día de mi último año en Hogwarts.

Y Black y el resto de los Merodeadores ya estaban haciendo de las suyas.El como había llegado a no soportar a Black estaba claro:era insoportable.

-¡Hola Phill!-me saludo James.Y como era ya costumbre, yo le desordenaba más el pelo, al que ya me había acostumbrado, es decir, que incluso me inquietaba cuando lo llevaba mas o menos peinado.

-¿Qué tal chicos?-pregunté.

-Merodeando-contestó Remus.Y me abrazó.

-Típico-le dije cuando me separé.

-¿Y tu que tal Phillis?-me preguntó mister-insoportable con una seductora sonrisa en los labios.Como odiaba que me llamasen Phillis, me ponía de los nervios.

-¡No me fastidies Black!-le dije mordazmente.Acababa de empezar el curso y ya lo volvía a odiar.

-Padfoot,creo que te has metido en un lío.-le dijo James sonriendo al imaginarse las posibles venganzas que yo podía tomar.

-Asumiré las consecuencias-contestó él sin dejar de sonreir.

-Te juro que te arrepentiras-le susurré.

-Eso será luego.-dijo el señalando la cara de su mejor amigo,que se desordenaba el cabello y ponía cara de conquistador.-Por que creo que Prongs acaba de ver a tu mejor amiga.

Giré la cabeza y vi a Lily Evans saludandome a unos pocos metros, no pasaron ni dos segundos hasta que nos abrazamos.

-¡Lily!

-¡Phill!

Después de algunos segundos nos dimos la vuelta y vimos a los merodeadores mirandonos.

-¡Pero que bonito!¡Lily y Philly amigas hasta la muerte!-dijo Sirius.Remus y Peter rieron pero James le pegó un pisoton a su amigo.

Lily y yo nos miramos, decididamente, ese iba a ser un año muy largo.


Votaciones!!