sábado, 1 de enero de 2011

Malas caras

Durante unos instantes no comprendí la sencilla frase que había pronunciado Sirius a través de sus labios, aunque poco a poco las palabras cobraron su sentido ordenadamente, de una en una, como si alguien se tomase la molestia de comprobar cada palabra que escribía en una máquina muggle: "Es Lily. Está en la enfermería"

-¿Qué demonios ha pasado?¿Está bien?-escupí rápidamente mientras echaba andar a zancadas rápidas a la enfermería que regentaba la señora Pomfrey. Sirius me alcanzó sin problemas y me respondió mientras yo agarraba la bolsita de golosinas con fuerza.

-A sido Snape..-me paré de golpe.

-¿Snape?-Imposible, él jamás le haría nada a Lily.

-Si..bueno, no exactamente...-una fugaz mirada le indico que explicara todas y cada una de sus palabras-..Snivellus atacó a James por la espalda y le lanzó un hechizo de ataque que, por lo que se veía, era algo parecido a una paliza invisible...Entonces Lily lo defendió...

-¿Y entonces Snivellus la atacó?-inquirí cortándole.

-¡Me quieres dejar terminar Phillipa!-protestó-No, ese estúpido se quedo como una estatua, entonces llegué yo y creí deshacerme de él; así que entre la pelirroja y yo levantamos a James ;nos preparábamos para llevarlo a curar, cuando, de repente, Snivellus levantó la varita y apuntó a James con ella...fue entonces cuando Lily cayó y empezó a sangrar y sangrar...la sangre no dejaba de salir-dijo con voz seca.

Noté mi rostro blanquecer hasta que creí que se convertiría en nieve.

-¿Cómo que cayó?,¿Snape falló?-pregunté débilmente.

Black negó con la cabeza.

-Ella se interpuso entre el James y el hechizo.

-¿¡Que ella hizo qué!?

-Se interpuso entre ambos.

-¿¡Por que diablos no lo evitaste!?¡Por que no apartaste a Lily de un empujón!-bufé entrando en la desesperación, afortunadamente la enfermería ya estaba a la vuelta de la esquina; literalmente.

-¡Todo paso muy rapido! Snape gritó algo como "Septusuppra" o "Sepmusa" y Lily gritó "¡James!" y antes de que nos quisiéramos dar cuenta, Lily ya estaba tendida en el suelo sangrando por cientos de cortes...-explicó nervioso. Ambos sabíamos la clase de bicho raro de las Artes Oscuras que era aquel slytherin y la gente con la que se juntaba.

El hecho de recordar aquellas cosas me sacó fuera de mi.

-¡Estúpido Black, para una cosa que podías haber hecho bien en la vida la dejas pasar!-grité.

Sin siquiera pensarlo me tapé la boca con las manos. No me podía creer lo que acababa de decir. Sirius se paró y me miró directamente los ojos. Su mirada gris atravesó todo mi alma durante aquellos instantes eternos.

-Siento no ser perfecto-susurró antes de marcharse a paso rápido y desaparecer tras una esquina.

Intenté perseguirle, pero mis piernas no se movieron del sitio; también intenté llamarle, pero ni mis manos se apartaron de mi boca ni mi garganta produjo un solo sonido.

Una lágrima algo más salada de lo normal empezó a caer por mi mejilla.

Perdí la noción de las cosas, lo único que aparecía claro en mi cerebro era aquella última frase.

Con lentitud, mis brazos se movieron y volvieron a colocarse a ambos costados .Mi garganta volvió a recuperarse, un amargo sollozo fue señal de ello.

Miré a ambos lados y me retiré las lágrimas que empezaban a acumularse en mis ajos con la manga de la chaqueta.

Me sentí como aquella vez en la que me perdí en Harrods. Solo tenía 7 años y el mundo era demasiado grande para que yo lo conociese. Me enfade con mi madre, puesto que no quería regalarme ese vestidito amarillo que tanto me había gustado. Tenía a sensación de que con él sería como las princesas de los cuentos que tanto me gustaba que me leyeran; solo que aquella vez, mi madre decidió ser la bruja que deja sin su bonito vestido a la princesa del reino. La princesa, terriblemente enfada había echado a correr. Corría y corría, esquivaba trajes de noche, zapatos de tacón, bolsos...Hasta que se cansó y decidió volver con su madre; fue entonces cuando la pequeña princesa se dio cuenta de que estaba perdida. Empezó a llorar...

Otra lágrima surco mi rostro. Rápidamente, me deshice de ella con la mano e intenté centrar mi cabeza.

Enfermería. Sí, allí es donde debía ir...Sólo estaba a tres metros de mi. Así que, moviendo mis piernas, algo más pesadas que de costumbre; arrastré mi alma al interior de la enfermería.

***

-No lo sé a ciencia cierta...pero puedo asegurar que tú tienes peor pinta que yo-murmuré Lily lentamente mientras mostraba una sonrisa.

-¿Cuánto llevas despierta?-pregunté en voz baja para o despertar a James que estaba dormido en una silla junto a su cama y agarrando su mano.

-Unos diez minutos, pero por la pinta que tenías no sabía si estabas zombie o despierta.

Una pequeña sonrisa surco mi rostro unos instantes.

-¿Cómo está James?-pregunto mirándole y acariciándole el pelo con la mano que tenía libre.

-Bien, la señora Pomfrey le ha tenido que dar una poción para dormir camuflada en el zumo de calabaza para poder curarle las costillas rotas, aunque hemos pensado que lo mejor sería dejarlo donde estaba, por que si no nos esperaba una muerte segura-expliqué.

Sonrió.

-Y tú-me miró-¿qué te pasa?¿por que has llorado?

-¿Tanto se me nota?-bufé débilmente.

-No-respondió-llámalo "ojo de amiga",si quieres. Y ahora cuéntame.

Le expliqué lo que había ocurrido sin pausas por ninguna de ambas partes. Ella puso mala cara al escuchar lo que le dije.

-¿Quieres un consejo?-inquirió tontamente, sabiendo que la respuesta sería afirmativa. Aún así tuve que asentir levemente con la cabeza-Habla con él y pídele perdón.

De nuevo asentí.

-Yo también hablaré hoy-musitó mientras posaba su mirada en James.

-¿Por fin?-inquirí con la mirada encendida.

-Por fin-repitió.

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·N/a: a partir de ahora y hasta que yo vuelva a avisar, la narración será en tercera persona·

Phillipa sonrió ampliamente a su amiga y se tragó las lágrimas de una sola vez, pensando que, seguramente, caerían de nuevo. Pero aquello no ocurría delante de Lily, ella necesitaba fuerzas para lo siguiente.

Con cuidado, se levanto de la silla tan incómoda en la que había estado sentada cerca de tres horas y se despidió de la herida con un pequeño abrazo.

-Suerte-susurró sinceramente.

Lily asintió, sabía que la necesitaría. Observó como su amiga se apartaba de la cama en la que estaba postrada y se alejaba para después desaparecer tras la puerta de la enfermería.

Era el momento.

-James-murmuró acariciándole levemente la mejilla a modo de pequeñas palmadas.-James-insistió.

El chico abrió los ojos rápidamente y miró a su alrededor alertado; al hacerlo, se encontró con los ojos verdes que tanto ansiaba.

-¡Lily!-más rápido de lo que debería haberlo hecho se incorporó y concentró toda su atención en su acompañante, lo cuál no le fue difícil-¿¡Estás bien!?...

-Tranquilo-murmuró Lily mostrando una débil sonrisa, le hacía gracia la cara de James recién despertado-Estoy bien...

-Yo..-empezó el Potter con voz seca-...creí que te perdía...

A la pelirroja le dio un vuelco al corazón, nunca había escuchado hablar a James así.

-..había tanta sangre-continuó.

-Tranquilo, ¡la enfermera es una auténtica máquina!,¡le ha dado tiempo a curarme y a dormirte para curarte a ti también!-explicó Lily tranquilamente mientras intentaba llevar la conversación al cauce que deseaba navegar-¿Ha venido alguien a verme? Se que Phillipa ha estado por aquí..

-Casi todos: Padfoot, Natalia, Moony, Peter, Nick dijo que vendría cuando despertaras...-dijo James-..el único que creo que no ha venido es tu chico.

Lily sonrió coquetamente, algo que extraño a Prongs bastante.

-¿De verás que te preocupas de eso?¿Ahora?-inquirió divertida.

-No me creo que alguien que te merezca no haya pisado esta enfermería en todo el tiempo en el que has estado-respondió seriamente mientras agachaba la cabeza.

Lily se acercó a él dando pequeños saltitos en la cama y soltó la mano de James, lo que hizo que este hundiera más aún la cabeza.

Con delicadeza y su particular elegancia natural tomo el rostro del moreno entre sus manos y fijo sus ojos en los suyos.

-James, esa persona ha estado aquí desde el primer momento, es por esa persona por la que estoy en esta cama...-los ojos de ambos brillaban como jamás lo habían hecho en sus jóvenes vidas-..es por ti ,James Potter, por quien estoy locamente enamorada.

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